Quetzalcóatl, es un personaje que suena familiar para la mayoría pero, pocos conocen el origen de uno de los dioses más importantes del México antiguo. Es por ello, que te contaremos un poco sobre su historia y sobre los mitos que rodean a la Serpiente Emplumada.

Para comenzar, la palabra Quetzalcóatl proviene del náhuatl “Quetzal” cuyo significado es hermosa pluma. Esto hace referencia a una de las aves más hermosas de América, el Quetzal que se caracteriza por un bello e imponente plumaje. Y “Coatl” que significa serpiente. Entonces, esta palabra completa se puede traducir como “serpiente con plumas”.

Esta deidad, mitad serpiente y pájaro, fue uno de los dioses más poderosos de la cultura mesoamericana.
Grabado de Quetzalcóatl. Crédito: Wikipedia

Esta deidad mitad serpiente y pájaro era uno de los dioses más importantes y poderosos de la cultura mesoamericana. Asimismo, este mítico personaje representa la dualidad entre la naturaleza física del ser humano y sus limitaciones, representadas en la serpiente. Y la parte espiritual del hombre simbolizada por las plumas. 

De hecho, en la mitología azteca, se dice que Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl crearon la mitad del universo. La otra mitad dejaron que sus hijos, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca la crearan.

Por su parte, Quetzalcóatl era sabio y creaba el mundo y su hermano tenía un carácter agresivo y destruía todo.

¿Cómo era físicamente Quetzalcóatl?

En el texto “¿Quién era Quetzalcóatl?” del sitio Noticonquista se describe a la deidad como:

Una serpiente emplumada de cuyas fauces emergía a menudo un rostro humano. Pero también como una figura divina completamente antropomorfa cuyos atavíos la conectaban con el reptil volador que remitía a su función de dios del viento. (…) su máscara bucal en forma de pico de ave, cuya conexión con el reino de las aves recordaba las plumas de la serpiente. Además de que los nahuas pensaban que a través de este artefacto, soplaba el viento para empujar las nubes y barrer el camino de los dioses pluviales”, se puede leer en el texto.

En otras palabras, el dios Quetzalcóatl lucía como una serpiente con plumas y dentro de su boca se podía apreciar un rostro humano. Por otra parte, al referirse a una figura antropomorfa quiere decir que tenía forma humana y los elementos de sus ropas hacían alusión a la serpiente emplumada.

En algunos otros textos donde se dice que era un hombre y después se convirtió en dios, lo describen como un sujeto de piel blanca, cabello rubio y barba espesa. Era un hombre muy sabio que poseía conocimientos sobre diversos temas y disciplinas como la agricultura, astronomía, navegación y orfebrería.

Ahora bien, alrededor de este personaje hay varios mitos, leyendas e historias sobre su origen y a continuación te hablaremos de una de ellas. En las historias hay variaciones en cuanto a algunos de los personajes y el parentezco con la deidad, pero la esencia es la misma.

¿Cómo se convirtió en un dios Quetzalcátl?

Partiendo de que la deidad fue un hombre que se convirtió en dios, este se llamaba Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl. Llegó al pueblo tolteca de Tollan, que se cree que actualmente es la ciudad de Tula, Hidalgo para compartir su conocimiento con los habitantes.

Tiempo después de establecerse en el pueblo, se ganó el respeto y cariño de los toltecas quienes lo nombraron Serpiente Emplumada. Lo que lo convirtió en gobernante y un tipo semidios para esa cultura.

La oposición de Qutzalcóatl a que los toltecas realizaran sacrificios humanos provocó el descontento de tres deidades, Huitzilopochtli, Tezcatlipoca y Xipe Tótec. Quienes planearon acabar con el mandato del querido dios.

Por lo que, Tezcatlipoca adoptó una forma humana y lo visitó con un espejo. Debido a que ya había pasado tiempo Ce Ácatl Topiltzin había perdido su belleza y juventud y eso fue lo que vio en el espejo.

Quetzalcóatl fue uno de los dioses más importantes del México antiguo.
Ilustración del momento en el que Tezcatlipoca le muestra a Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl cómo luce frente a un espejo. Crédito: National Geographic en Español

Por lo anterior, Quetzalcóatl quedó horrorizado y dijo que se encerraría en sus aposentos y no saldría para que nadie pudiera verlo.

Después de unos días, las deidades volvieron y con engaños hicieron que se embriagara con pulque y que comiera un guiso elaborado con carne humana. Sin embargo, hay versiones que aseguran que no comió carne humana, sino que mandó a traer a su hermana y tuvo relaciones sexuales con ella.

Al otro día, cuando Ehecatl Quetzalcóatl se enteró de lo que había hecho se sintió muy avergonzado y decidió abandonar el pueblo. Pero prometió que algún día regresaría.

El supuesto regreso de la Serpiente Emplumada

Algunas leyendas, dicen que Quetzalcóatl prendió una fogata en la que supuestamente se sacrificó y de este fuego surgieron hermosas aves. Luego, asciende a los cielos y se convierte en el planeta Venus y aparece en el cielo acompañado del amanecer y anochecer.

A propósito, cuando en 1519 Hernán Cortés llegó a Tenochtitlán, el pueblo mexica se confundió y pensó que había regresado Quetzalcóatl. Debido a que Hernán era un hombre con cabello rubio y barba espesa como Ce Ácatl Topiltzin y llegó en la fecha que supuestamente este había prometido regresar.

Para los mayas, Quetzalcóatl era conocido como Kukulkán y de hecho, en Chichen Itzá se encuentra un templo que lleva ese mismo nombre.

Para los mayas, la Serpiente Emplumada era conocido como Kukulkán.
Parte del templo de Kukulkán construido en Chichen Itzá. Crédito: Getty Images / Simon McGill

Por su parte, los aztecas lo relacionaban con la primera estrella de la tarde o la última que se mira al amanecer.