Seguro que has escuchado muchas veces hablar del sexo tántrico pero quizá esta es la primera vez que realmente te sientas a informarte realmente de qué es eso exactamente. Si es así, genial, estás en el sitio correcto. Si ya sabes un poco en qué consiste todo esto, seguramente la entrevista que viene a continuación te resolverá cualquier tipo de duda que te quedara por ahí.

El momento siempre es perfecto para experimentar cosas nuevas. Tenemos más tiempo y nuestras obligaciones habituales, o han desaparecido porque estamos de vacaciones, o al menos las afrontamos con un menor nivel de estrés. Así que parece que todos los astros se alinean para que nos adentremos en el mundo del tantra.

Para conocer un poco más sobre el tema, decidimos hablar con una de las mayores expertas en el tema que tenemos en nuestro país, la terapeuta Maite Domènech, que lleva años enseñando a cientos de personas a relacionarse a través de este tipo de sexo.

¿Qué es el sexo tántrico?
El sexo tántrico es un tipo de sexo que va mucho más allá del que se practica habitualmente, del sexo cotidiano, tradicional. El sexo tántrico es una unión entre dos personas y supone utilizar el sexo como una meditación, como un espacio para llegar a entrar dentro del otro, para conocerse, para fusionarse, para elevar la energía sexual.

En el sexo tradicional se utilizan básicamente los genitales, se trata de un proceso de fricción y eyaculación. Muchas veces, es como una masturbación entre dos personas. El sexo tántrico es totalmente diferente, utiliza todo el cuerpo, sobre todo el corazón y también las 4 llaves tántricas que son: respiración, sonido, presencia y movimiento espontáneo.

A través de estas claves, conseguimos que el sexo que suele ser muy básico, muy primitivo, se eleve, consiguiendo que la energía que sale de los genitales se extienda por todo tu cuerpo. Esto hace que estés mucho más energético, mucho más amoroso, mucho más permeable y que la comunicación con la pareja sea muchísimo más profunda, hasta llegar de alguna manera a un punto en el que no haya mente, solo dos cuerpos entregándose el uno al otro, dos corazones fusionándose.

Esto suena como muy espiritual, muy inalcanzable. No es fácil llegar allí, requiere una disciplina, pero no hace falta llegar allí para notar sus beneficios. Nada más empezar a practicar las 4 llaves tántricas, ya notaremos que nuestro sexo es mucho más placentero y menos mental.

¿Cuál es la mejor manera de iniciarse en el sexo tántrico con tu pareja?
La mejor manera para introducirse en el sexo tántrico creo que es ir a un taller en el que se enseñe cómo utilizar las 4 llaves, cómo eliminar las metas habituales en el sexo, la fricción, la eyaculación o el orgasmo.

En los cursos enseñamos a cultivar la lentitud, la respiración, a no tener prisa. Sinceramente, creo que los cursos son mejor que los libros, ya que estos te lo enseñan todo de una forma más intelectual, que está bien, pero en el sexo tántrico es muy importante la parte práctica, experimentar con la otra persona.

Una cosa que me gustaría aclarar, es que en los cursos no ocurre nada sexual. No son una orgía. Es cierto que trabajamos con la energía sexual que nace en los genitales, para elevarla y expandirla por el cuerpo, pero todo de forma respetuosa.

¿Qué recomendaciones haces como experta a las personas que quieren iniciarse en el sexo tántrico?
Lo que recomiendo en buscar a alguien que te guíe. Creo que es necesario porque todos estamos muy mal educados sexualmente, tenemos muchos malos hábitos sexuales. Creemos que el sexo tiene que ser de una manera, pero puede ser algo muchísimo más profundo, amoroso, placentero, constructivo y satisfactorio de lo habitual.

Es necesario que nos reeduquemos porque durante muchos años hemos pensado que el sexo es de una forma y no es así. Cuando las personas vienen a consulta o a un curso y se dan cuenta de la magnitud de lo que se estaban perdiendo, me dicen cómo es posible que esto no se enseña en las escuelas.

¿Es complicado llegar a dominar el sexo tántrico?
No, no es complicado, pero es una práctica, una disciplina. Lo que pasa es que como se notan muy rápido los beneficios que aporta, eso nos motiva a seguir practicando.

¿Es para todo el mundo?
Lo puede practicar todo el mundo, no hace falta que ser un erudito de lo espiritual ni de la meditación.

¿Es el verano un buen momento para iniciarse en el sexo tántrico?
Siempre que sientas que te falta algo, que el sexo ya no te satisface como antes, que tienes dificultades para relacionarte con tu pareja, que no te llena vuestra relación, que necesitas un poco más de profundidad, de complicidad, es un buen momento.

¿Qué beneficios obtendremos si practicamos sexo tántrico?
Los beneficios son maravillosos. Mis alumnos salen de las formaciones transformados. Te da conexión con tu pareja, te da seguridad, te da estabilidad, te abre el corazón y te descubre muchas veces facetas de tu pareja que no conocías. Hay mucha más unión, hay sacralidad, por llamarlo de alguna manera. Es como elevar varias octavas tu relación de pareja, no solo tu relación sexual, eleva a la máxima potencia tu relación. Hay más comunicación y más intimidad, y sobre todo hay mucha relajación en el corazón y ya solamente vivir así genera otro tipo de relación mucho más plácida, más sensual, una vez que salimos de los genitales y nos extendemos por todo el cuerpo.

Las 8 posiciones de sexo tántrico
Supongamos que tú y tu pareja andáis investigando sobre el sexo tántrico en busca de nuevas posturas que le den un poco más de vidilla a la relación. La teoría nos la sabemos; combina respiración, sonido, movimiento y concentración para crear orgasmos más largos e intensos, más intimidad, conexión más profunda, estados alterados de la realidad y experiencias trascendentes durante el sexo, pero es momento de pasar a la práctica de la mano de expertas sexólogas –Sarrah Rose, fundadora de Tantric Activation y Candice Leigh, coach y dueña de Naked Yoga Therapy–, para llevar el placer a otro nivel, partiendo de la base de movimientos bastante básicos. ¡Adelante!

La diosa. Cómo se hace: él se acuesta boca arriba, y ella sobre el pene En cuclillas, con los pies apoyados en el suelo. En esencia, es la posición del vaquero. Para qué sirve: “Puedes mantener el contacto visual fácilmente y la persona de abajo puede recostarse y disfrutar de la hermosa diosa que lo está montando Al inhalar dentro y fuera de la boca con una respiración conectada, puede entrar en un flujo espiritual”.

El swing. Cómo se hace: él se acuesta boca arriba, con arco para levantar y bajar la pelvis, similar a una pose de puente en el yoga. Ella monta a su pareja y puede estar en una posición dominante de “balanceo”, de ahí el nombre. Para qué sirve: “Ideal para que arriba se sienta el control, la profundidad y la velocidad de penetración al mismo tiempo que estimula su propio clítoris”.

Pinza abierta. Cómo se hace: ella se acuesta con las piernas en las manos del compañero, que está está de rodillas y se dirige al interior (¡una almohada debajo de la cadera puede ser útil para esta posición!). Para qué sirve: esta posición es excelente por una serie de razones que incluyen, “sexo anal, penetración vaginal profunda, creación de más espacio en la vulva, estimulación del autoclitoral, contacto visual y respiración compartida”.

La trampa de la serpiente. Cómo se hace: similar a la de Yab Yum, pero la pareja no está tan cerca. Las piernas de los amantes están entrelazadas en forma de “V”, sentados uno frente al otro. Cada tiene sus manos en los tobillos de su pareja, para apalancamiento y estabilidad. Para qué sirve: “Perfecta para una penetración más superficial y sutil, contacto visual, susurros íntimos, vista de cuerpo entero el uno del otro, intimidad emocional profunda, compartir la respiración y juegos previos”.

El tigre. Cómo se hace: una ligera variación de la cucharita, pero con más espacio entre el pecho de él y la espalda de ella. Uno al lado del otro, y ambos de lado. Para qué sirve: “Es una posición de sexo tántrico que requiere un poco menos de energía y resistencia que otras. Los empujes lentos y profundos son excelentes para esta posición”.

Yab Yum, el abrazo tántrico. Cómo se hace: la persona que penetra se sentará con las piernas cruzadas. Ella se sentará en el regazo de su compañero con las piernas a horcajadas sobre su compañero. Desde aquí, él puede meter su pene en la vagina y abrazarse mientras se balancea hacia adelante y hacia atrás. Para qué sirve: “Esta es una posición clásica de sexo tántrico que aparece una y otra vez, es asombrosa porque es cercana e íntima y puedes hacer la práctica tántrica de mirar a los ojos, estar cerca facilita la sincronización de la respiración”.

El abrazo de serpiente. Cómo se hace: ella se acostará boca abajo con una almohada debajo de las caderas. Sus piernas estarán rectas y ligeramente separadas con los brazos a los lados. Él encima, apoyando sus antebrazos en la cama ligeramente. Para qué sirve: “Puedes jugar con la posición de la cadera para encontrar el ángulo óptimo, sentir la parte frontal del corazón, ambos pueden inhalar y exhalar desde sus corazones y concentrar su energía ahí para una conexión extra”.

La felicidad del tercer ojo. Cómo se hace: el misionero, poco más que añadir. Para qué sirve: “Se trata de mirarse a los ojos, inhalar y exhalar juntos al mismo tiempo, comenzaremos a a sentir la energía sexual moviéndose a través de nuestros cuerpos cuerpos,recorrerá tu columna vertebral y hacia el cerebro y hacia afuera a través del punto entre las cejas”.

Con información de Mens Health