Bibby Stockholm, la prisión flotante británica dedicada exclusivamente a migrantes y que genera polémica en todo el mundo.

En Portland, isla en el suroeste de Inglaterra, estará ubicado esta buque que espera “alojar” 500 solicitantes de asilo.

Como “prisión flotante” se ha denominado la nueva estrategia para frenar la migración por parte de Reino Unido. Según el gobierno de la mano del Primer Ministro, Rishi Sunak, se busca la detención automática de migrantes.

A su vez, los migrantes que lleguen de forma ilegal al territorio británico ya no podrán pedir asilo en el país, según la ley instaurada por el conservador Sunak que tendrá que ser ratificado por el rey Carlos III, como parte de la formalidad.

Además, el Gobierno británico quiere que estos sean rápidamente detenidos y expulsados, ya sea a su país de origen o a otro Estado como Ruanda, vengan de donde vengan. Es importante acotar que este proyecto de ley sobre inmigración experimentó un bloqueo en el Parlamento durante varias semanas, ya que la Cámara de los Lores solicitó numerosas enmiendas. Estas tenían como objetivo restringir las detenciones de menores y prevenir formas de esclavitud moderna.

Para Carralyn Parejas, alcaldesa de Portland, la medida es inaceptable y se muestra preocupada por la capacidad de infraestructura en la isla, sistema de salud y seguridad, para contrarrestar el incremento de migrantes ilegales recién llegados.

Asimismo, se estima que para abordar la problemática, el ayuntamiento recibiría más de dos millones de dólares durante el periodo de utilización del barco.

Apenas se dio a conocer el proyecto de ley, las oenegés rechazaron contundentemente la propuesta. De un lado, la ONU se mostró en contra expresando que esta entra en contradicción con las obligaciones del Reino Unido en relación con el derecho internacional sobre derechos humanos y refugiados. Los migrantes no tendrán “garantía alguna de poder beneficiarse de una protección en el país” al que serán expulsados, afirmó la Organización de las Naciones Unidas.

Por su parte, Volker Türk, alto comisionado para los Derechos Humanos, y Filippo Grandi, el alto comisionado para los Refugiados, denunciaron que el el texto propuesto tendrá “profundas consecuencias para las personas que necesiten protección internacional”.

Según Refugee Council, oenegé británica, este martes se considera “un día oscuro” para la reputación del Reino Unido. “Un gobierno está en problemas y está probando el viejo método que consiste en (…) acusar a los migrantes de sus propios fracasos”, lamentó Michael Rosen, activista de los derechos de los refugiados que se mostró en la calles protestando con decenas de personas el martes frente al Parlamento británico.

La medida le ha dado la vuelta al mundo y llegó a Latinoamérica. El presidente Gustavo Petro, fiel a su estilo, fue de los primeros mandatarios que se pronunció y se mostró en contra de tal medida considerándola el “primer campo de concentración para inmigrantes en alta mar”.

El trasfondo de la medida

En 2022, más de 45.000 migrantes cruzaron el canal de la Mancha, sobre todo desde Francia, en pequeñas embarcaciones, un récord. En lo que va de año, lo hicieron más de 13.000. En el primer trimestre, la mayoría eran afganos. El Gobierno acusa a los migrantes irregulares de “saltarse la fila de espera” en detrimento de quienes llegan al país por “vías seguras” o legales.

El plan del Reino Unido es enviar a migrantes ilegales a Ruanda como parte de una política que desincentive la migración ilegal a su país.

El plan del Reino Unido es enviar a migrantes ilegales a Ruanda como parte de una política que desincentive la migración ilegal a su país.

Sin embargo, “la mayoría de las personas que huyen de la guerra o de la persecución no tienen acceso a documentos como pasaportes o visados”, responde la ONU. “Las vías seguras o ‘legales’ pocas veces están disponibles para estas personas”.

Contexto: Reino Unido: este es el polémico plan para frenar la migración irregular; Unión Europea lanzó advertencia

El año pasado, el Reino Unido alcanzó un acuerdo con Ruanda para enviar allí a migrantes en situación irregular, pero de momento no se ha realizado ninguna expulsión. El primer vuelo en el marco de este pacto, previsto en junio de 2022, fue cancelado a raíz de una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (Tedh).

Con información de AFP