Hallan fósil de enorme mamífero que habitó mares de Perú.

Por décadas, la ballena azul ha sido considerado el animal más grande que ha habitado el planeta, y es que estos majestuosos mamíferos marinos dominan los océanos con sus 30 metros de longitud y hasta 180 toneladas de peso, o esos se creía.

Un equipo multidisciplinario de científicos descubrió en Perú una colosal criatura que podría desplazar a la ballena azul de su título luego de que publicaron los resultados de la investigación en la revista Nature.

En la publicación se detallan aspectos del Perucetus colossus, una nueva especie de basilosáurido, una familia extinta de cetáceos hallado en el desierto de Ica en Perú.

13 vértebras, cada una de más de 100 kilos, cuatro costillas y una parte de la pelvis de la ballena prehistórica están expuestas en el Museo de Historia Natural, en Lima, en lo que corresponde apenas a un 5 por ciento del animal.

El resto del fósil, con una antigüedad estima tiene unos 39 millones de años, continúa enterrado bajo varios metros de roca.

Perucetus colossus fue un cetáceo primitivo que habitó las costas del Perú durante el Eoceno medio, se estima que alcanzó unos 20 metros de longitud y cerca de 199 toneladas de peso, convirtiéndose en el animal más pesado que haya habitado la Tierra.

Sus huesos se encuentran sumamente modificados en relación a otros animales, debido a que adquirieron una enorme densidad y un volumen descomunal.

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Perucetus ha sido bautizado de esa forma en honor al Perú, pues confirma que el registro fósil del territorio peruano es uno de los más valiosos e importantes del mundo en animales marinos.

Esto significa que el hueso casi en su totalidad es compacto, a diferencia de los huesos porosos que poseen todos los animales. Además, el volumen de sus huesos es 350 por ciento mayor que el de otros basilosaurios.

“Puede haberse alimentado de pastos marinos y/o algas, pero eso lo convertiría en el único cetáceo herbívoro, un escenario bastante improbable”, explicaron los especialistas.

Si existe o no el cráneo para obtener eventualmente estas respuestas es algo que no se sabe. Además, en las últimas dos expediciones los científicos no han encontrado nada.

El sueño de desenterrarlo por completo, sin embargo, sigue vivo.

Con información de Excélsior