¿Te gusta la cerveza? ¿La consumes regularmente? Pues a pesar de lo que se podría creer, esta bebida fermentada puede tener un rol preventivo en algunas enfermedades, además de impactar de forma positiva en nuestro organismo. Aunque eso sí, siempre y cuando lo hagas con moderación.

Aquí te presentamos cinco de esos beneficios:

FORTALECE LOS HUESOS

La cerveza contiene una cantidad significativa de silicio. Este es un mineral esencial para la salud de los huesos y juega un papel importante en la formación y mantenimiento del tejido conectivo, incluyendo los huesos y las articulaciones.

Así que el consumo moderado de cerveza puede contribuir a mejorar la densidad ósea y reducir el riesgo de desarrollar osteoporosis.

MEJORA LA SALUD CARDIOVASCULAR

Estudios han mostrado que el consumo moderado de cerveza puede tener un efecto positivo en la salud cardiovascular.

Y es que la cerveza contiene antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación, mejoran la función de los vasos sanguíneos y disminuyen el riesgo de enfermedades cardíacas.

Se sabe que el consumo moderado de esta bebida se asocia con una disminución del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como las del corazón y los accidentes cerebrovasculares.

APORTA NUTRIENTES

Pocos saben que la cerveza contiene una variedad de nutrientes esenciales, incluyendo vitaminas del complejo B, minerales como el potasio y el magnesio, y fibra dietética proveniente directamente de la cebada.

COMBATE EL RIESGO DE LA DIABETES

El consumo moderado de cerveza se ha asociado con una disminución del riesgo de desarrollar diabetes, en especial la tipo 2.

Puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.

ANTIOXIDANTES

Es increíble, pero la cerveza contiene antioxidantes, como los polifenoles y los flavonoides, los cuales pueden ayudar a proteger las células del daño oxidativo causado por los radicales libres.

Los antioxidantes que se encuentran en la cerveza tienen poseen propiedades antiinflamatorias y pueden contribuir a la prevención de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas.