Portugal inicia este martes su andadura en la Eurocopa, que se está disputando en Alemania, ante Chequia, en el primer paso de los campeones en 2016 y que deben demostrar que son fuertes candidatos a asaltar el trono, con un Cristiano Ronaldo histórico en el torneo y un equipo repleto de talento individual, todo ello ante el peligroso y valiente combinado checo, siempre con el beneficio de la duda y con la esperanza goleadora Patrik Schick.

El Red Bull Arena de Leipzig será el escenario este martes (21.00 horas) del primer paso de Portugal y Chequia en la Eurocopa, en un Grupo F en el que los lusos son los máximos favoritos al liderato. Un equipo rebosante de calidad y la fiabilidad goleadora de Cristiano Ronaldo, máximo goleador histórico del torneo con 14 dianas, son los avales de una teórica favorita a levantar su segundo título continental.

Portugal conquistó la EURO en 2016 con Fernando Santos en el banquillo, pero el temprano adiós del Mundial de Catar en 2022 significó el final de una larga etapa. Y el hombre que capitanearía el nuevo barco sería el español Roberto Martínez, gran artífice de los mimbres de una de las mejores selecciones portuguesas. Con el temor de ser los nuevos eternos candidatos del continente, como ya ocurrió con Bélgica, los de ‘Bob’ Martínez lograron el billete a la Eurocopa sin las dudas y el sufrimiento en las últimas grandes citas.

Pleno de diez triunfos en diez partidos en un camino a Alemania perfecto, como la selección que más marcó (36 goles) y que menos tantos recibió (2). Portugal se estrena en el torneo con un equipo que ha logrado potenciar sus fortalezas gracias a la madurez de pilares como Joao Cancelo, Rúben Dias, Bernardo Silva, Bruno Fernandes y el jefe de filas Cristiano Ronaldo, ‘pichichi’ en la EURO 2020, aunque con la duda de si el ritmo en Arabia será suficiente para este torneo.

Y con la eclosión de otros llamados a ser importantes como Nuno Mendes, Vitinha o Rafael Leao, como grandes armas para aumentar su fe. La clave para que los portugueses olviden la decepción de la última Eurocopa, cuando cayó en el primer cruce frente a Bélgica, es su mezcla entre juventud y experiencia. Los de Martínez comenzarán ante una Chequia frente a la que acumulan dos victorias y una derrota en Eurocopas a construir poco a poco su candidatura, aunque todo lo que no sea un triunfo aumentaría la presión.

La confianza, fuerza y profundidad lusas se examinan ante unos checos que afrontan su octava EURO consecutiva, aunque siempre con la sombra de la decepción sobre ellos. Sin la presión de los grandes favoritos, Chequia se quedó fuera de los últimos cuatro Mundiales y no avanza de cuartos en la Eurocopa desde 2004, cuando alcanzaron las ‘semis’.

Lograron la clasificación al torneo como segundo de su grupo y bajo la dirección de Jaroslav Silhavy, que sin embargo dejó el equipo de forma repentina. Ivan Hasek se hizo cargo de Chequia y sin apenas tiempo para imprimir su estilo está invicto con cuatro triunfos este año en amistosos de preparación.

Parece imposible repetir el título logrado en 1976 –como Checoslovaquia–, con Antonín Panenka como figura, o la final de 1996 –como Chequia– y ya sin grandes nombres como Nedved o Rosicky. Y es que el único que acapara los focos es un Patrik Schick al que las lesiones le impidieron jugar la fase de clasificación, pero que llega con sus cinco tantos en la EURO 2020 como aval.

Coufal, Soucek y Hlozek también destacan en un equipo con protagonismo del Slavia de Praga y el fútbol local. En un grupo que completan Turquía y la debutante Georgia, los checos pelearán por avanzar a los cruces como segundos, basando su estilo en una fuerte defensa, mientras se amparan en los destellos de calidad de alguna de sus figuras. Portugal y Chequia ya se enfrentaron en la última Liga de Naciones, con claras victorias de los lusos por un balance global de 6-0.

Con información de Infobae