Este miércoles se dio a conocer la muerte de María Joaquina Armenta Urbano, la vendedora de tacos de guisado que sació el hambre de todo aquel que pasó por el pasaje del zócalo de Puebla por 56 años.

En la que fuera su esquina de venta en los últimos años, antes de que se cruzara la pandemia de COVID-19, pues desde entonces su familia prefirió resguardarla en casa, se colocó una foto y una ofrenda floral en su memoria. Tenía 82 años.

Asimismo, se colocó la dirección y un teléfono para los interesados en acudir a su velorio o apoyar a la familia.

Los tacos cobraron fama desde 1967, año en que Doña Joaquina inició su negocio para sostener a sus hijos.

Entre los más solicitados estaba su taco de guisado de milanesa, pollo con nopales, chicharrón en salsa verde, carnitas, lengua envinagrada, mollejas a la mexicana, chile relleno de queso, chorizo con papas, huazontle y queso, pata capeada, rajas poblanas con queso o bistec encebollado.

Descanse en Paz.