Posted inAnselmo Salvador Chávez Capó

El sistema bancario y la cartera vencida

woman hand calculating her expenses and debt from credit cards with smart phone

Una de las necesidades indispensables para que una organización pueda alcanzar sus objetivos es la liquidez, lo cual implica contar con el efectivo disponible para que pueda cumplir sus obligaciones en el corto y mediano plazo, y eso requiere que en su ciclo de efectivo sea mayor el tiempo de pago a sus proveedores, las ventas sean en efectivo y/o que el cobro de las cuentas por cobrar se administre de manera eficiente.

Hay que tomar en cuenta que se considera cartera vencida cuando el plazo establecido para realizar el pago ha expirado. El período de tiempo exacto para que una deuda se considere vencida puede variar según el acuerdo o contrato específico.

La cartera vencida de una empresa se forma con documentos y créditos que no se pagaron a la fecha de su vencimiento. Juega un papel fundamental en la planeación financiera porque representa un enorme riesgo para la salud de cualquier compañía. Si un cliente permanece en mora y tiene su deuda vencida por más de 90 días, es susceptible de poseer un nuevo acreedor, es decir, que la entidad original puede vender dicha cartera vencida a un tercero, que se encarga de la recuperación.

Para los bancos el cobro de los créditos otorgados es fundamental para cumplir los compromisos contraídos con sus clientes, debido a que su negocio es obtener los intereses derivados del mencionado préstamo, lo cual de no realizarse implicará una merma en su liquidez, ocasionando problemas para responder ante los depósitos recibidos.

Adicionalmente se debe señalar que por cada peso no cobrado por los bancos se requieren colocar 4 pesos más en créditos, y eso ocasiona que las instituciones bancarias se pongan en riesgo ya que pueden quedar debajo de los mínimos requeridos por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en las pruebas de estrés que le aplica a todos los intermediarios financieros para verificar su salud financiera.

Al cierre de mayo del presente año, el saldo de la cartera vencida de la banca comercial se ubicó en 134 mil 281 millones de pesos, un aumento de 1.25% respecto de los 132 mil 619 millones reportados en el mismo mes del año anterior, de acuerdo con la información presentada por el Banco de México en el reporte de cartera vencida de la Banca comercial, a mayo del 2023.

Como proporción de la cartera de crédito vigente, que en el quinto mes fue de 5 billones 640 mil 624 millones de pesos, el saldo vencido equivale a 2.38% del total de crédito vigente en el Sistema Financiero Mexicano. Este porcentaje se mantiene entre los 2.25% y el 2.55% sin sufrir variaciones muy abruptas.

Así mismo, desde agosto de 2022 la banca no ha podido disminuir la cartera vencida a niveles menores de los 120 mil 720 millones de pesos. Ese periodo coincide con los altos niveles de inflación que se vivieron en el país, mismo que dejó en una situación vulnerable a varios hogares del país, sobre todo los de menores ingresos, y a algunas empresas.

De forma particular, en el segmento de consumo, que incluye los préstamos otorgados por medio de las tarjetas de crédito y los financiamientos personales o de nómina, la cartera vencida presentó un incremento promedio a partir de enero de este año de un 5%, señalando que en enero de este año la cartera vencida de las tarjetas de crédito alcanzo los 10 mil180 millones de pesos, lo que representa un incremento del 30.5% con respecto a diciembre de 2023.

De acuerdo con cifras del banco central, los créditos al consumo llevan catorce meses con crecimiento consecutivo y en noviembre el saldo de la cartera vigente alcanzó un máximo desde que se tienen registros en 1995, al llegar a los 35 mil millones de pesos.

Se estima que los saldos vencidos de los créditos que otorga la banca comercial a empresas y familias aumentarán este año, particularmente en el segmento de consumo como resultado de mayores presiones por los altos niveles de financiamiento que han solicitado los hogares en meses recientes, por lo cual se considera que la segunda parte del 2023 será un año difícil para el consumo, por lo que prevemos significativos aumentos en la morosidad, menos colocación y líneas de crédito más restringidas.

Considerando que el crecimiento acelerado que ha presentado el crédito al consumo este año representa un riesgo tanto para los bancos como para las familias que se encuentran en niveles elevados de apalancamiento, se deben tomar las medidas necesarias tanto a nivel de las instituciones bancarias como de las finanzas personales para evitar una situación crítica en la economía, tomando en cuenta a que las personas continúan pidiendo préstamos como si fueran una fuente de ingresos, y ello podría desembocar en altos niveles de impago.

Sin duda, el comportamiento de los consumidores es un factor de preocupación.