Posted inFernando Thompson

Tecnología e industria automotriz

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Tecnología e industria automotriz

Puebla tiene el privilegio de contar con la planta más moderna de fabricación de automóviles en el país, en 2016 AUDI decide instalar una mega planta en San José Chiapa, no muchos saben que alberga una concentración impresionante de robots con inteligencia artificial de marca Kuka, y son un despliegue impresionante de productividad, calidad y exactitud sin límites. Sin embargo, lo más impresionante es que los automóviles de diferentes marcas hoy tienen conectividad a internet que nos dicta que ruta es la más corta dadas condiciones de tráfico en tiempo real, sus motores funcionan con tecnologías hibridas o totalmente eléctricas y son semi autónomos o completamente autónomos. Recientemente en un viaje que realice a San Francisco en Estados Unidos, hice mi segundo viaje en un automóvil 100% autónomo, son fáciles de distinguir porque tienen instaladas cámaras y sensores en el techo, cofre, cajuela y puertas.

Lo cierto es que durante 40 años la industria automotriz tuvo muy pocos adelantos tecnológicos en general, sin embargo, un reflejo de los nuevos materiales, aumento de seguridad y más avances se dio en la Formula 1, con cambios de materiales de metales a fibra de carbono, mejoras en la seguridad de los pasajeros por ejemplo con tres y cuatro puntos de sujeción en el cinturón, mejor rendimiento en potencia de los motores con menos cilindros pasando de los 12 y 10 cilindro a 6 cilindros con turbo y superando en velocidad a sus predecesores, tras el paso del motor con carburador al convertidor catalítico, de pronto tiempo después nos encontramos con computadoras insertadas en los motores. Toda esta metamorfosis se aceleró con la entrada de nuevos actores dentro del territorio de los fabricantes clásicos de automóviles, al darse cuenta que nuevos actores como Tesla y la invasión de China con nuevas marcas de buena calidad, fue lo que ha motivado una revolución y de pronto: llegaron múltiples avances tecnológicos e innovaciones audaces.

La visión de la caricatura de los supersónicos y películas del siglo pasado dónde se pensaba que habría autos voladores totalmente eléctricos en el siglo XXI aún no se cumplen, pero la revolución digital ya alcanzo a la industria automotriz y la ha hecho avanzar más estos últimos diez años, que los avances de la industria de 1960 al 2010.

Hoy compañías que por años se reusaron a cambiar sus motores de combustión en base a gasolina y diésel, hoy ya lanzaron sus vehículos eléctricos o híbridos, y hoy más que nunca las marcas dada la aparición de compañías tecnológicas ahora en sus terrenos automotrices, como por ejemplo Waymo, Tesla, Apple, Baidu, Google, Microsoft y otros han hecho que los lideres de siempre inviertan considerablemente en tecnologías de baterías para vehículos eléctricos, conducción autónoma y seguridad innovadora.

Por supuesto la inteligencia artificial y los sistemas avanzados de asistencia que pueden operar hoy de manera segura y eficiente sin intervención humana, son la gran novedad y pronto serán de uso común. Estos vehículos prometen reducir accidentes y atascos de tráfico, transformando la experiencia de conducción y la movilidad urbana, a grado tal que no se ocuparan semáforos, contaran con visión nocturna y parabrisas con mandos digitales.

La robótica y la automatización en las líneas de producción de las que escribí al inicio del artículo, han mejorado la eficiencia y la calidad en la fabricación, pues los robots trabajan 24 horas al día los 7 días a la semana y no requieren de un sindicato, también las piezas antes de metales, ahora son sustituidas por fabricación aditiva o impresión 3D, lo que reduce tiempos de fabricación, porque ya no se tiene que esperar tiempos de fabricación y exportación con todos sus costos, sino que ahora al lado de las plantas se imprimen literalmente los componentes faltantes o que se requieran, siendo hoy más ligeros, igual de resistentes y personalizados, reduciendo el desperdicio de material y agilizando los procesos de diseño y producción.

Durante una de las clases que impartí como profesor de una universidad en Puebla, realicé una asociación con Volkswagen y los estudiantes a mi cargo, realizaron proyectos con visión a 10 años al futuro sobre la industria automotriz, con proyectos brillantes y futuristas, hubo que llamo mucho la atención incluyendo directamente a Steffen Reiche, Director General de Volkswagen México: “el cambio del paradigma de no adquisición”; me explico, las personas de mi generación tan pronto trabajamos y ganamos dinero, buscamos comprar nuestro primer auto, para cumplir un sueño, pero las generaciones de ahora no desean poseer un carro y estarlo cuidando con mantenimiento y pagando diversos gastos, si quieren la comodidad y el servicio del automóvil pero con el concepto conocido como ridesharing y/o carsharing, lo cual parece ser será el futuro de la movilidad, reduciendo la necesidad de poseer un vehículo personal y solamente pidiendo las características del automóvil que tendrán a su disposición desde una aplicación, estén donde estén.

Además, también están ya disponibles las plataformas digitales que conectan a conductores y pasajeros, maximizando la utilización de los vehículos existentes y reduciendo la congestión en las ciudades como Uber y Cabify entre otras.

Todo esto será una transición paulatina en México, que eso sí: se va a dar mucho antes de lo que buena parte de los fabricantes hubiese querido, porque la tecnología catapulto la innovación y las personas ya probamos las mieles de sus resultados.

El Mtro. Fernando Thompson de la Rosa fue director general de Tecnologías de la Información de la UDLAP.
Ha sido reconocido como uno de los 50 líderes tecnológicos más influyentes de la industria en España, Portugal y América Latina por parte de la HITEC Foundation, una organización creada para inspirar y construir un conducto sostenible para los futuros líderes.
La revista Forbes lo reconoció como uno de los nuevos "superhéroes" y figura clave para la digitalización de procesos en México debido a su impulso de las actividades de transformación digital a raíz de la pandemia de COVID-19.