El 19 de abril coincide con el aniversario del famoso regreso a casa en bicicleta que realizaría Albert Hofmann en 1943, tras experimentar consigo mismo los efectos psicotrópicos del LSD. Este día se utiliza para conmemorar este famoso paseo en bicicleta y para destacar las ventajas del uso de la bicicleta y sus beneficios para la salud.

Por otro lado, el 16 de abril de 2018, la ONU decidió proclamar el 3 de junio como Día Mundial de la Bicicleta, en su resolución A/72/272, para fomentar su uso.

En este documento se reconoce la singularidad, la longevidad y la versatilidad de la bicicleta, que lleva en uso dos siglos, y que constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud.

La paternidad de la bicicleta se le atribuye al barón Karl Drais, inventor alemán nacido en 1785.

Su uso está generalizado en la mayor parte de Europa, y llega a ser, en países como Suiza, Alemania, Países Bajos, Bélgica, algunas zonas de Polonia y los países escandinavos, uno de los principales medios de transporte. En Asia, especialmente en China y la India, es el principal medio de transporte.

De acuerdo con un reportaje de National Gegraphic, la llegada de la bicicleta influyó en casi todos los aspectos de la vida: el arte, la música, la literatura.
Describe que Henry Dacre, un compositor inglés, tuvo un gran éxito a ambos lados del Atlántico en 1892 con Daisy Bell y su famoso estribillo «a bicycle built for two» («una bicicleta para dos»).

El escritor H.G. Wells, ávido ciclista y sagaz observador social, escribió varias «novelas de ciclismo», unas historias centradas en las posibilidades románticas, liberadoras y de disolución de las clases sociales de esta nueva forma de transporte.

Lo cierto es que andar en dos ruedas es más saludable y reconfortante que andar en cuatro. Además de que nos permite tener mejor salud y a cuidar nuestro entorno.