Posted inAnselmo Salvador Chávez Capó

La importancia de la educación financiera

La importancia de la educación financiera
La importancia de la educación financiera
Posted inAnselmo Salvador Chávez Capó

La importancia de la educación financiera

Una de las preguntas que frecuentemente se hacen tanto las personas como las familias respecto a sus finanzas personales, es: ¿Por qué aprender a gestionar el dinero?

Considerando que hay necesidades a satisfacer tanto a nivel personal, como las esenciales para la vida como comer o tomar agua, hasta concluir una carrera profesional o poner un negocio, adicionalmente se requiere contar con dinero, que es un recurso con el que se pueden adquirir bienes y servicios.

Considerando también que este recurso es muy escaso y difícil de conseguir, es conveniente usarlo de la forma adecuada para evitar tener que pedir prestado a familiares o conocidos para cubrir una emergencia, lo que hace en promedio el 67% de los mexicanos.

La principal herramienta para gestionar los recursos a nivel familiar es el presupuesto, el cual es un registro por escrito en el que se deberá detallar los ingresos y gastos derivados del mismo y que debe realizarse para un plazo determinado. Su función es tener el control de los gastos, identificar aquellos que sean innecesarios, conocer las posibilidades de ahorro para lograr los objetivos y saber la capacidad de pago, a fin de evitar que se adquieran deudas que luego no puedan pagarse.

Con la finalidad de cumplir con los objetivos de tener una gestión adecuada de los recursos financieros personales, se debe realizar el siguiente proceso:

  • Determinar el monto de ingresos a percibir
  • Determinar el monto de los gastos a erogar
  • Comparar ambos conceptos
  • Obtener las conclusiones derivadas de comparación
  • Con la información recabada, determinar cuáles son las acciones pertinentes a seguir.

Los ingresos se pueden dividir en fijos, que son aquellos que se recibe regularmente, (el salario de cada quincena o una pensión, si estás retirado), y los variables, que son ingresos no siempre previstos o que no sean los mismos, como le ocurre a comerciantes y comisionistas, entre otros.

Por su parte, los gastos se pueden dividir en fijos, que son aquellos que se consideran necesarios, por ejemplo: alimentación, transporte, luz, renta, entre otros, y los variables, que son los que cambian de acuerdo con las actividades de cada persona, muchos de los cuales se pueden evitar.

Lo que sigue es registrar diariamente los gastos, durante todo un mes (clasificarlos para identificar y facilitar su registro), anotando aquellos ingresos y gastos que se presentan en determinadas fechas del año.

Una vez que se obtiene el resultado de estas acciones, se pueden presentar varios escenarios. Uno es que los ingresos seas menores que los gastos, en cuyo caso hay problemas, ya que para cumplir las obligaciones derivadas de los mismos se requerirán solicitar préstamos que eventualmente tendrán un costo alto derivados de los intereses correspondientes.

En otro caso, los ingresos y los gastos son iguales, lo cual revela que hay finanzas equilibradas, sin embargo, cualquier gasto no considerado puede afectar las finanzas personales ya que sin un fondo para contingencias se podrían solicitar créditos para esa deuda.

Una tercera posibilidad es que los ingresos sean mayores que los gastos, lo que resultaría una situación ideal, ya que se cuenta con ingresos excedentes que permitirán contar con un fondo de ahorro que a su vez podría ayudar a cubrir esa eventualidad o contar con recursos en el futuro para adquirir bienes o servicios planeados.

En todo caso, la educación financiera permite que las personas adquieran conocimientos y habilidades básicas para administrar mejor sus recursos, incrementen y protejan su patrimonio con la ayuda del uso adecuado y responsable de los productos y servicios financieros.

Por último, cuando sea el caso, es importante que antes de confiar el dinero a una institución, se asegure que esté debidamente autorizada por las autoridades, considerando que todos los depósitos bancarios cuentan con un seguro que protege el dinero de los ahorradores; en las Sofipos es de 25 mil UDIs alrededor de 202,693.85 pesos, y en los bancos por poco 400 mil UDIs más de 3,243,101.20 de pesos), considerando que el valor de la UDI es de 8.107753.