Puebla también es popular por sus leyendas y en esta ocasión te contaremos sobre una que pocos conocen, la de “el callejón del muerto”.

Ahora si aplica el famoso “cuenta la leyenda que”… en una madrugada lluviosa de hace unos 250 años atrás, don Anastasio salió de su casa para realizar una importante diligencia.

Cabe mencionar que don Anastasio era un hombre adinerado dueño del antiguo hotel Mesón de Priego. En esa madrugada salió en búsqueda de doña Simonita, una popular partera del Barrio de Analco. Pues, su esposa, doña Juliana Domínguez estaba a punto de dar a luz y necesitaba que la partera la ayudara.

Aunque la fuerte lluvia podría desanimar a cualquiera de salir de su casa, don Anastasio no podía darse ese lujo porque tenía una importante tarea.

En varias ocasiones sus sirvientes insistieron en acompañarlo, sin embargo, tomó su sombrero, capa y espada y salió de su casa.

Cuando llegó al antiguo callejón de Yllescas un ladrón se le acercó. Luego, amenazó con matarlo si no le entregaba todo el oro que llevaba en los bolsillos. Entonces, don Anastasio sacó su espada y sin pensarlo mucho le atravesó el corazón.

El cuerpo del ladrón quedó tendido sobre el piso de aquel oscuro callejón. Anastasio continuó su camino para encontrarse con Simonita, con quien regresó a su casa por el Puente de Ovando.

Foto antigua del Puente de Ovando de la ciudad de Puebla.
La leyenda de el callejón del muerto ocurrió en el Barrio de Analco. Crédito: Puebla Antigua

Es decir, que no caminaron por el callejón en donde había ocurrido el enfrentamiento con el delincuente.

Simonita llegó en el momento adecuado para ayudar a Doña Juliana a recibir a los gemelos. Después del alumbramiento, don Anastasio acompañó a la partera de regreso a su casa y aprovechó para ver qué había pasado con el ladrón. Ya que, no estaba completamente seguro si había fallecido o logrado sobrevivir.

¿Por qué se llama el callejón del muerto?                                    

Cuando paso por el lugar del intento de asalto, descubrió que el cuerpo estaba tirado en el callejón y el hombre estaba muerto. El cuerpo estaba rodeado por varias personas, algunas pedían por su descanso mientras que otras solo querían saber qué había ocurrido.  

Desde entonces, los vecinos nombraron a ese lugar como “el callejón del muerto”. Ya que, supuestamente aquellos que caminaban por el callejón de madrugada se les aparecía el ladrón. Se volvió un alma en pena por la forma trágica en la que falleció. Ahí justamente empezó la leyenda de “el callejón del muerto”.

Después, se colocó una cruz blanca y don Marcelino Yllescas pidió que se realizaran varias misas para que el alma del ladrón pudiera descansar. Sin embargo, el espíritu continuaba apareciéndose.

Años después, un hombre llegó a la iglesia de Analco y le pidió al padre Francisco Ávila, conocido como padre Panchito, que lo confesara.

El sacristán estaba a punto de cerrar el templo cuando llegó el sujeto. El padre y el hombre se dirigieron al confesionario.

A la mañana siguiente, el padre panchito no llegó a oficiar la misa de 7:00 am, por lo que el párroco y el sacristán fueron a buscarlo a su casa.

Lo encontraron gravemente enfermo y muy alterado. Cuando se confesó con el párroco le dijo que el día anterior había confesado a un hombre que había muerto varios años atrás. Y buscaba el perdón de Dios para descansar en paz.

Luego de que el padre le dio el indulto, vio como el hombre desapareció y debido a la impresión que esto le causó, el sacerdote falleció.

¿Dónde está el callejón?

Finalmente, el callejón del muerto, protagonista de esta popular leyenda se encuentra en la calle 12 sur, entre la 3 y 5 norte de la ciudad de Puebla.