La película El último vagón, filmada en Oriental, Puebla, protagonizada por Adriana Barraza y con la actuación de Blanca Guerra, es un entrañable retrato de cómo una maestra puede impactar la vida de sus alumnos. Dirigida por Ernesto Contreras, la cinta se estrenó hoy en Netflix.

Contreras ha llegado a festivales fílmicos como Cannes y Sundance, pero el cineasta recuerda que de niño su identidad estaba en función de su madre: todos lo conocían meramente como el hijo de la maestra Margarita. Su casa siempre estaba llena de tareas y exámenes por calificar, a los que su madre le dedicó las tardes durante 40 años de servicio docente. El realizador quiso honrar esa memoria en su más reciente película.

El último vagón es una adaptación del libro homónimo de Ángeles Doñate. Contreras, sin embargo, no sólo quiso seguir el guion, sino que nutrió al personaje de sus recuerdos y aprovechó la experiencia docente de Barraza, la protagonista, quien enseña actuación desde hace décadas.

“Recuerdo la dinámica de comunicación que tenía mi madre con sus alumnos, los apodos, me contaba que a tal le decían así, pero sobre todo que años después señores se acercaban en la calle a agradecer, a saludar, a decir: ‘Usted me marcó por esto, me acuerdo que usted me enseñó esto’”, explicó Contreras, quien también dirigió la cinta Sueño en otro idioma. “Esto es parte del reconocimiento a los maestros y maestras en general, a esos héroes anónimos que de repente se nos olvida que están por ahí”.

La película se ambienta en un poblado rural al que llega el niño Ikal (Kaarlo Isaacs) junto con sus padres, una familia que suele mudarse a menudo debido a que el papá se dedica a la construcción de vías de trenes. Esa circunstancia ha impedido que el niño vaya a la escuela y tenga amigos.

Cuando conoce a Valeria, a Chico y a Tuerto, otros niños de la localidad, ellos le presentan a la maestra Georgina (Barraza), quien se empeña en que el niño aprenda a leer, para lo que usa recursos como las historietas de Kalimán.

Barraza está cumpliendo 50 años de trayectoria actoral y ha sido nominada al Oscar por Babel, de Alejandro G. Iñárritu e incluso tiene en puerta una incursión al cine de superhéroes con el próximo estreno de Blue Beetle, del universo DC . Sin embargo, la actriz aún recuerda a su maestra Lolita, de primaria, a quien honró al desarrollar su personaje.

“Se hacía un chongo de nido de pájaro en los 60. Recuerdo mucho su bondad, su manera maternal de estar con nosotros, saber que estábamos seguros con ella. La maestra de esta película es exigente, pero no deja de ser amorosa”, explicó la actriz.

“Un maestro tiene que enseñarte una disciplina, pero al mismo tiempo tiene que saber en qué momento decirte algo que te inspire. Los seres humanos que vemos en esta película están mostrando su mejor lado humano, su corazón está muy a flor de piel, eso algo que Ernesto siempre hace en sus películas”, agregó Barraza.

El último vagón también se enfoca en mostrar las primeras experiencias de Ikal con la amistad, el amor y hasta con la primera mascota por su encuentro con el perro Quetzal.

La película cuenta además con las actuaciones de Guillermo Villegas, Fátima Molina y Jero Medina, entre otros.

En sus más recientes películas, El Último Vagón y Cosas Imposibles (2021), Contreras cree que ha podido reflejar el momento de su carrera en el que está, donde su interés es que los espectadores terminen inspirados por una historia luminosa.

“Me gusta todo el espectro de películas que estamos haciendo en México, con diferentes voces. Vale la pena denunciar y hablar de cosas terribles que pasan, pero también de pronto decir: ‘Quiero esta ventana a un cuento que me haga sonreír, que me conmueva de otra forma’”, explicó el director.

Fuente: Al Día Dallas