Mañanera
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DE GUERRAS SUCIAS, ETIQUETAS Y PRECAMPAÑAS

DE GUERRAS SUCIAS, ETIQUETAS Y PRECAMPAÑAS
DE GUERRAS SUCIAS, ETIQUETAS Y PRECAMPAÑAS

En los últimos días de 2023, arreció la guerra sucia contra los precandidatos a la gubernatura de Puebla.

Fue sobre todo en TikTok, la red social más popular, donde fluyeron videos donde se pretende resaltar falsos o supuestos negativos de los aspirantes a suceder a Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

En el caso de Alejandro Armenta, precandidato de Morena-PT-PVEM-Fuerza por México-Nueva Alianza, los obvios autores de tales videos buscan dañarlo colgándole la etiqueta de “marinista”, grupo al que perteneció más o menos hasta 2010, es decir, hace 13 años, cuando tal clase política empezó a extinguirse y sus integrantes comenzaron a reinventarse o a mudarse a otras corrientes políticas ante el declive del PRI -fue la primera vez que perdió la gubernatura- y la autodestrucción de su entonces jefe máximo, el hoy reo Mario Marín.

El marinismo se está reagrupando” o “el marinismo está de regreso“, es la tesis central de la guerra sucia contra Armenta. Un argumento que, por cierto, coincide con declaraciones públicas que han realizado actores centrales del PAN, como el dirigente municipal de ese partido, Jesús Zaldívar.

Detrás de tales asertos, subyacen tres elementos básicos: 

1) La preocupación que hay en Acción Nacional y sus aliados ante el hecho de que Armenta sigue siendo el puntero en todas las encuestas conocidas hasta hoy.

2) La impotencia que hay en el PRI para frenar en lo posible la fuga o desbandada que se está dando hacia Morena de muchos de sus operadores, liderazgos y simpatizantes, motivados por la expectativa de triunfo que Armenta está generando.

3) La clara estrategia de otorgar desde esta etapa de precampañas un “spin” negativo a la añeja pertenencia del precandidato de Morena al “marinismo”.

¿Le afecta a Alejandro Armenta que lo liguen a ese grupo político?

Hay un estudio de Mendoza Blanco y Asociados, realizado entre el 11 y el 16 de diciembre de 2023, con una base de 1,200 entrevistas en domicilio, que ayuda a saberlo.

Según ese análisis, no existe una identificación clara de negativos relevantes.

Mientras Armenta tiene el 24%, Eduardo Rivera, el precandidato del PAN-PRI-PRD-PSI, alcanza el 21%.

Y lo más importante:

Del porcentaje registrado por Armenta (24%), sólo el 1% lo relaciona negativamente con Mario Marín.

En otras palabras: vincularlo con el denominado “gober precioso” no está funcionando y los estrategas de campaña de Eduardo Rivera van a tener que recurrir a otros “negativos” para debilitar -más allá de las redes sociales- al precandidato de Morena.

El amplio reporte de Mendoza Blanco y Asociados tiene otros importantes hallazgos.

A reserva de ampliarlos, cito aquí, sucintamente, algunos de los más valiosos:

El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el 78% de aprobación de los poblanos, en tanto que el gobernador Sergio Salomón es avalado por el 55%. 

Para el 71% de los ciudadanos del estado es importante que el próximo gobernador sea del partido del presidente.

Hoy, en la intención de voto por partido, Morena tiene 66%, en tanto que el rechazo al PRI-PAN suma 73%.

En la medición de candidato y coaliciones, Armenta tiene 69.3% contra 24 % de Eduardo Rivera. Un porcentaje de distancia promedio de 40 puntos, incluso en la mayoría de los atributos que se midieron de ambos precandidatos.

Los principales atributos que le reconocen a Alejandro Armenta son: 1) conoce los problemas de Puebla, 2) tiene capacidad y 3) es trabajador.

En cuanto de la percepción de triunfo, Armenta registra 68%.

Respecto al tono del discurso, el 62% se inclina por la conciliación, en tanto que el 24% por la polarización y la confrontación.

Y en cuanto a la identificación con personajes nacionales como Claudia Sheinbaum, Armenta registra el 28% y con el presidente AMLO 39%.

Por supuesto falta muchísimo para el 2 de junio, pero estos números dan una idea clara de lo que está sucediendo al menos en esta etapa de precampañas, las cuales honestamente han pasado con más pena que gloria en términos generales, en parte porque sucedieron justo en las fechas de festejos por Navidad y año nuevo.

Es previsible que la guerra sucia se intensifique en las próximas semanas, conforme se intensifiquen también las hostilidades entre los únicos dos candidatos en competencia (porque lo de Fernando Morales, “El Parri”, es un mal chiste que se cuenta solo).

XÓCHITL GÁLVEZ EN PUEBLA

Este miércoles estará de regreso en Puebla Xóchitl Gálvez, la descafeinada precandidata de la oposición a la Presidencia de México.

Viene al evento de cierre de precampaña de Eduardo Rivera y Mario Riestra, precandidato a la alcaldía capitalina, el cual tendrá lugar en la explanada de la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, a las 5:30 de la tarde.

Se espera que ahora sí se dé una muestra de músculo y fortaleza por parte de los partidos que buscan sacar a Morena del poder, tanto a nivel federal como estatal.

Y es que las precampañas del PAN-PRI-PRD y sus comparsas han sido más bien grises y sobre todo con muchos problemas de organización y comunicación mediática, marcadas además por serias diferencias con algunos presidentes municipales priistas y panistas que buscan reelegirse, pero a los cuales tanto la dirigencia nacional como la estatal les han negado la candidatura común.

Aunque esa, esa es otra historia.

Periodista desde 1990. Ha sido reportero de Televisa Puebla, El Universal de Puebla, La Jornada de Oriente y Síntesis.

Fue coordinador editorial de El Universal de Tlaxcala y jefe de información de El Universal de Puebla.

Dirigió la revista Síntesis Policiaca, el área de noticias de Marconi Comunicaciones - donde condujo el noticiario matutino de “La Tropical Caliente” durante cuatro años- y el periódico El Heraldo de Puebla.

Desde 2001 ha publicado su columna “Garganta Profunda” en medios digitales, impresos y electrónicos.

Es director general del periódico digital Puebla Online y del periódico Crónica Puebla.

Trabajó durante 10 años en Televisa Puebla, donde condujo el noticiero nocturno -también el matutino y vespertino en distintas etapas- y fungió como gerente de Noticias por casi un lustro.

En 1990 recibió el Premio Nacional de Periodismo Juvenil, en 1991 el Premio Estatal de Periodismo de Puebla en el género de reportaje y en 1996 el Premio Estatal de Periodismo BUAP-Froylán Manjarrez.

Ha sido jurado del Premio Estatal de Periodismo del Estado de Tlaxcala.

Realizó estudios profesionales en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la UPAEP.