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AGUA DE PUEBLA, OTRA VEZ DE PIÑATA ELECTORAL

AGUA DE PUEBLA, OTRA VEZ DE PIÑATA ELECTORAL
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AGUA DE PUEBLA, OTRA VEZ DE PIÑATA ELECTORAL

Conmueve hasta las lágrimas -de risa- la ignorancia supina de candidatos que, a falta de ideas, sueltan cualquier ocurrencia a fin de atraer los reflectores que no logran a través de la inteligencia.

El mejor ejemplo -y el más patético- es “El Parri”, también conocido como Fernando Morales Martínez, candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Puebla, el mismo que el otro día, exaltado como acostumbra, aseguró que de ganar la elección del 2 de junio (risas grabadas), Agua de Puebla para Todos “se irá a la chingada” (sic).

Este sujeto, como otros tantos que toman el tema del agua como bandera cada nueva campaña y a la empresa concesionaria como piñata electoral, o no leen o leen pero no entienden o leen y entienden pero no tienen la honestidad ni la capacidad de reconocer que su intención es un completo y total despropósito.

Y es que la remunicipalización del servicio público de agua, drenaje y saneamiento, pondría en riesgo el suministro de agua en Puebla y municipios conurbados, además de que traería graves repercusiones financieras tanto para el gobierno del estado como para el ayuntamiento capitalino, así como más deuda pública.

Ya se ha dicho, ya se ha explicado aquí con peras y manzanas, pero ninguno de estos audaces e imaginativos politiqueros entiende; así que va de nuevo:

Si se llegara, en el peor de los escenarios, a cancelar o revocar la concesión a la empresa Agua de Puebla para Todos, de inicio automáticamente el gobierno municipal tendría que asumir la responsabilidad del millonario crédito que Banobras otorgó al SOAPAP.

A la fecha, el ayuntamiento no cuenta con un acuerdo con el Ejecutivo del estado en ese sentido ni contará con él a mediano plazo.

Fernando Morales y sus corifeos ni siquiera tienen un dictamen o plan de cómo afrontar la responsabilidad en la prestación de los servicios públicos en la zona de cobertura del SOAPAP.

Tampoco una estimación o dictamen del impacto que en las finanzas públicas municipales puede tener la iniciativa planteada.

Y menos  una valoración de la responsabilidad contingente, directa o indirecta que asumirá el municipio de Puebla respecto al pago de los créditos que el SOAPAP tiene contratados con Banobras.

Que el Ayuntamiento de Puebla asuma el control administrativo del SOAPAP, puede ser considerado incluso como un incumplimiento que traería aparejada:

Asumir la responsabilidad por el crédito que Banobras otorgó al SOAPAP, con la solidaridad del gobierno del estado, ya que BANOBRAS podría hacer efectiva la exigibilidad anticipada al término contractual.

No se consideran las afectaciones ni la “repartición” de la infraestructura ejecutada con endeudamiento derivado de convenios de coordinación y concertación entre municipios beneficiarios, es decir, qué infraestructura se repartiría entre cuáles municipios y quién garantizará su suministro.

Tampoco los daños a los servicios públicos, y a ciudadanos del municipio de Puebla y de los otros municipios beneficiarios, a los que se les privaría de los servicios hídricos, conculcándoles su derecho humano al agua y saneamiento.

Y mucho menos el efecto negativo a la calificación crediticia del propio SOAPAP, lo que se traduciría en limitar el acceso a programas y financiamientos.

Fernando Morales y sus seguidores ni siquiera saben que mandar “a la chingada” a Agua de Puebla para Todos transgredería los acuerdos establecidos con el gobierno del estado desde 1994, perjudicando a la ciudadanía tanto del municipio de Puebla, como de 14 conurbados más.

Nadie sabe con qué presupuesto contaría el ayuntamiento para mantener los costos operativos de un sistema que atiende a más de 1.7 millones de habitantes.

Peor: ante la necesidad de mayores inversiones para garantizar más agua en la zona metropolitana y atender el problema de contaminación de las aguas residuales, el municipio debería tener un presupuesto a corto plazo de por lo menos 2,000 millones de pesos.

¿Los tiene Fernando Morales?

¿Los tienen sus aplaudidores?

Una acción como la que proponen no sólo tendría importantes afectaciones económicas y financieras para el municipio de Puebla, también se deberá tener el dictamen de estimación de impacto presupuestario de la iniciativa planteada en términos del artículo 16 de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y Municipios.

Se debe considerar en el Presupuesto de Egresos del municipio las ministraciones para la implementación del manejo del SOAPAP si es que el gobierno del estado retirara su apoyo por tan irresponsable medida.

La “ideota” representaría una grave carga de deuda para el municipio de Puebla e incluso llegaría a contravenir la Ley de Deuda Pública del Estado Libre y Soberano de Puebla, generando responsabilidades administrativas para aquellos que la implementaran.

En resumen: todo un despropósito.

Una arenga vergonzosa, propia de campaña, sin pies ni cabeza.

Las repercusiones económicas, legales, sociales y políticas serían enormes.

Y los ciudadanos, como siempre, serían quienes terminaran pagando los platos rotos.

Lo de Fernando Morales y compañía sólo se reduce a un tema electorero y a una vil y obvia cortina de humo para ocultar la obvia incapacidad que tiene para presentar verdaderas soluciones a los grandes problemas del estado.

Y eso que apenas comenzaron las campañas.

A ver con qué otra ocurrencia nos salen estos analfabetas funcionales que bien harían en conectar su lengua con su cerebro antes de abrir la bocota.

Periodista desde 1990. Ha sido reportero de Televisa Puebla, El Universal de Puebla, La Jornada de Oriente y Síntesis.

Fue coordinador editorial de El Universal de Tlaxcala y jefe de información de El Universal de Puebla.

Dirigió la revista Síntesis Policiaca, el área de noticias de Marconi Comunicaciones - donde condujo el noticiario matutino de “La Tropical Caliente” durante cuatro años- y el periódico El Heraldo de Puebla.

Desde 2001 ha publicado su columna “Garganta Profunda” en medios digitales, impresos y electrónicos.

Es director general del periódico digital Puebla Online y del periódico Crónica Puebla.

Trabajó durante 10 años en Televisa Puebla, donde condujo el noticiero nocturno -también el matutino y vespertino en distintas etapas- y fungió como gerente de Noticias por casi un lustro.

En 1990 recibió el Premio Nacional de Periodismo Juvenil, en 1991 el Premio Estatal de Periodismo de Puebla en el género de reportaje y en 1996 el Premio Estatal de Periodismo BUAP-Froylán Manjarrez.

Ha sido jurado del Premio Estatal de Periodismo del Estado de Tlaxcala.

Realizó estudios profesionales en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la UPAEP.